Engineering, technology, and great labor were needed to protect the city from periodic deluges.
Nature nurtures our communities, but it can also cause great destruction. This creek, that served as the cradle of first settlement in 1718 together with its tributary streams on San Antonio’s west side, caused heavy loss of life and property, particularly as the city grew in the 1800s and 1900s. Early efforts to remedy flooding by widening and straightening the creeks altered their age-old natural appearance but helped to control devastating flood waters. By the late 1900s, the San Antonio River Authority and United States Army Corps of Engineers determined that the most efficient and affordable way to protect downtown San Antonio from flooding would be to construct underground bypass tunnels on both the San Antonio River and San Pedro Creek.
The San Pedro Creek tunnel was first to be built. Begun in 1987, the tunnel was completed in 1991. In times of deluge, raging waters enter the tunnel at the inlet shaft near here, plummet 140 feet into a 24-foot-diameter tunnel, then surge forward over a mile to an outlet at Guadalupe Street, south of downtown. Flood waters then emerge into the surface channel that courses turbulently downstream to the creek’s confluence with the San Antonio River.
Both the San Pedro Creek and San Antonio River flood control tunnels were constructed using a boring machine or “mole.” The mole was assembled underground and bored from the outlet shaft upstream to the inlet shaft. The tunnels were lined with precast concrete panels as the mole advanced. This photograph shows the outlet shaft for the San Pedro Creek tunnel.
Flooding was widespread in neighborhoods along San Pedro Creek. The Finesilver clothing manufacturing plant on the creek’s east bank was one of many properties damaged in the 1921 flood.
The flood of September 1921 caused significant loss of life and damage in both the downtown area and neighborhoods adjoining the river and west side creeks. Torrents of water overflowed the banks, destroying commercial buildings and washing away houses. Of the 51 confirmed deaths, all but four occurred along the San Pedro, Alazán, and other west side creeks.
The flow of San Pedro Creek remains in its surface channel under normal conditions. However in times of flooding, excess water is diverted into an underground tunnel to bypass the heavily developed downtown area. On the other hand, during dry periods when springs feeding the creek slow or cease flowing, water pumped out of the tunnel at its upstream end flows downstream through the surface channel, then returns to the tunnel at its outlet shaft to once again be recycled.
Una crónica de inundaciones y su legado de calamidades - La ingeniería, tecnología e intensa labor, fueron necesarios para proteger a la ciudad de inundaciones periódicas.
La naturaleza nutre a nuestras comunidades, pero también puede causar gran destrucción. Este arroyo, que sirvió como la cuna del primer asentamiento en 1718 junto con sus arroyos tributarios en el lado oeste de San Antonio, causó grandes pérdidas de vida y propiedad, particularmente cuando la ciudad creció en los años 1800 y 1900. Los primeros esfuerzos para controlar las inundaciones, que consistieron en ampliar y enderezar los arroyos, alteraron su antiguo aspecto natural pero ayudaron a controlar la devastación causada por éstas. A fines de la década de 1900, la Autoridad Fluvial del Río San Antonio y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, determinaron que la forma más eficiente y económica de proteger el centro de San Antonio de las inundaciones sería construir túneles subterráneos para desviar el agua del Río San Antonio y del Arroyo San Pedro.
El túnel del Arroyo San Pedro se construyó primero; se comenzó en 1987 y se terminó en 1991. En tiempos de inundación, las aguas furiosas ingresan al túnel por el acceso de entrada cerca de aquí, se desploman 140 pies, y luego avanzan más de una milla dentro de un túnel de 24 pies de diámetro, hasta llegar a una salida en la calle Guadalupe al sur del centro de la ciudad. Luego, las aguas de inundación emergen en un canal de superficie que fluye turbulentamente en dirección aguas abajo hasta la confluencia del Arroyo con el Río San Antonio.
Tanto el arroyo San Pedro como los túneles de control de inundaciones del río San Antonio fueron construidos con una máquina para hacer túneles o “topo”. El topo fue ensamblado bajo tierra y perforó desde el pozo de salida río arriba hacia el pozo de entrada del agua. Los túneles fueron revestidos con paneles de hormigón prefabricado a medida que el topo avanzaba. Esta fotografía muestra el pozo de salida del túnel del arroyo San Pedro.
Las inundaciones eran frecuentes en los vecindarios a lo largo del Arroyo San Pedro. La fábrica de ropa Finesilver, ubicada en la ribera este del arroyo, fue una de las muchas propiedades dañadas en la inundación de 1921.
La inundación de septiembre de 1921 causó pérdidas significativas de vidas y daños en el área del centro, en barrios contiguos al río y en los arroyos del lado oeste. Torrentes de agua se desbordaron por las márgenes, destruyendo edificios comerciales y arrastrando casas. De las 51 muertes confirmadas, todas menos cuatro ocurrieron a lo largo de San Pedro, Alazán y otros arroyos del lado oeste.
En condiciones normales, el Arroyo San Pedro fluye por el canal de superficie. Sin embargo, en tiempos de inundación, el exceso de agua se desvía por un túnel subterráneo para proteger el área del centro, densamente poblada. Por otro lado, durante períodos de sequía, cuando los manantiales que alimentan el arroyo van lentos, o dejan de fluir, se bombea el agua del túnel a lo extremo de aguas arriba para que fluya aguas abajo a través del canal de superficie; y posteriormente regresa al túnel en su acceso de salida para reciclarse nuevamente.