Pecan Shellers’ Strike
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In the early 1900s, San Antonio—particularly the area along San Pedro Creek—became the center of the nation’s pecan processing business. Even after mechanical shelling equipment became available, local companies continued to rely on hand labor. The largest processors contracted with individuals to provide facilities where workers cracked and shelled nuts. These buildings were typically poorly lit and ventilated, and most of the workers were women who had migrated from Mexico.
By the late 1930s, the largest company had around 400 locations employing about 12,000 shellers. After contractors lowered the already low wages in 1938, most of the workers went on strike. Led by a young local activist, Emma Tenayuca, the strikers prevailed after about three months. But the victory was short-lived. New federal minimum wage laws made mechanization more cost-effective, and within a few years, most of the workers had lost their jobs.
Courtesy: Light Collection, University of Texas at San Antonio Libraries Special Collections and Hearst Corporation. Thousands of San Antonio workers, mostly Hispanic women, were employed by contractors to crack and shell pecans. The meats were then sold to pecan companies for just pennies per pound.
Courtesy: Light Collection, University of Texas at San Antonio Libraries
Special Collections and Hearst Corporation.When the pecan companies lowered the already meager price paid to shellers per pound of pecan meat, thousands went on strike in 1938.
Emma Tenayuca, activist, labor leader, and educator, photographed at Bexar County Jail in 1938.
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A principios del siglo XX, San Antonio —particularmente el área a lo largo del San Pedro Creek— se convirtió en el centro nacional del negocio de procesamiento de nuez pacana. Incluso después de que estuviera disponible equipo mecánico para quebrar nueces, las empresas locales continuaron utilizando trabajo manual. Las procesadoras más grandes contrataban a individuos para que proporcionaran instalaciones donde los trabajadores quebraban y pelaban las nueces. Estos edificios generalmente estaban mal iluminados y ventilados, y la mayoría de los trabajadores eran mujeres que habían migrado desde México. Para finales de los años 30, la empresa más grande tenía alrededor de 400 ubicaciones que empleaban a unas 12,000 trabajadoras. Después de que los contratistas redujeran el salario de las peladoras en 1938, la mayoría de ellas se fue a huelga. Lideradas por una joven activista local, Emma Tenayuca, las huelguistas lograron una victoria después de aproximadamente tres meses. Sin embargo, el triunfo fue breve. Las nuevas reglas federales sobre el salario mínimo hicieron que la mecanización fuera más rentable, y en cuestión de un par de años, la mayoría de las trabajadoras perdió su empleo.
Courtesy: Light Collection, University of Texas at San Antonio Libraries Special Collections and Hearst Corporation. Miles de trabajadoras en San Antonio, en su mayoría mujeres hispanas, fueron contratadas por intermediarios para quebrar y pelar nuez pacana. La carne de la nuez se vendía luego a las compañías procesadoras por unos cuantos centavos por libra.
Courtesy: Light Collection, University of Texas at San Antonio Libraries
Special Collections and Hearst Corporation.Cuando las empresas procesadoras redujeron aún más el ya bajo pago que recibían las peladoras por cada libra de carne de nuez, miles de ellas se declararon en huelga en 1938.
Emma Tenayuca, activista, líder sindical y educadora, en la cárcel del condado de Bexar en 1938.